1. Poner en el fuego a potencia media la leche con los huesos de jamón y la pimienta. Cuando esté caliente bajar al mínimo e infusionar durante media hora o 40 minutos, dependiendo de la cantidad de grasa y carne que tengan los huesos. Colar la leche, aromatizar con nuez moscada y reservar en caliente.
2. En una olla, calentar la mantequilla a fuego suave y añadir la cebolla picada fina. Cuando esté transparente, añadir el jamón y saltear unos segundos. Acto seguido, añadir la harina y cocerla unos minutos. Es importante que la harina se tueste bien, pero que no se queme, así que hay que hacerlo con el fuego bajo y revolviendo constantemente.
3. Sin subir el fuego, añadir la leche caliente y revolver con unas varillas para que no queden grumos hasta que la bechamel espese. Volcar en una fuente y dejar enfriar (cuanto más fría esté la masa mejor, de un día para otro está perfecta).
4. Hacer porciones con la masa (el tamaño depende de cuándo y cómo se quieran comer, si son para aperitivo las pequeñitas irán mejor, si se quieren recubrir con jamón es mejor hacer un “croquetón”), rebozarlas en harina, huevo y pan rallado y freírlas en aceite de oliva bien caliente en tandas pequeñas. Escurrir sobre papel de cocina y servir calientes, cubiertas si se quiere con unas lascas de jamón ibérico.
· 16 langostinos
· ½ pechuga de pollo
· 12 coles de Bruselas
· 2-3 chalotas
· 1 cucharada de harina de maíz refinada
· 1 copita de brandy
· agua
· aceite de oliva virgen extra
· sal
· unas ramas de estragón fresco
· pimienta
· perejil
Limpia y escalda las coles de Bruselas durante 3 minutos en una cazuela con agua. Escurre y reserva.
Para la salsa, pica las chalotas y rehógalas a fuego fuerte en una cazuelita con las cabezas y las cáscaras de los langostinos y las ramas de estragón fresco. Vierte el brandy y flambea. Sazona, cubre con agua, y cocina todo durante 15 minutos. Tritura, cuela y liga la salsa con la harina de maíz refinada diluida en agua fría. Reserva a fuego suave y añade un puñado de perejil picado.
Ensarta en los palitos de brocheta, una col de Bruselas, a continuación un trozo de pollo, después 2 langostinos, una col de Bruselas, un trozo de pollo, 2 langostinos y por último otra col de Bruselas. Salpimienta y cocínalas a la plancha con una gota de aceite por los dos lados.
Sirve la salsa en el fondo del plato y coloca encima las brochetas. Decora con una ramita de perejil.
1. Cortar el solomillo en medallones de buen tamaño (unos 3 por persona). Mezclar la mermelada o miel con un par o tres de cucharadas de vino, el Ras-el hanut o la mezcla de especias, y la cayena. Pintar el solomillo, envolver en film de cocina y dejar reposar en la nevera (idealmente de un día para otro). A la vez, dejar los orejones remojando en el vino.
2. Pelar, descorazonar y cortar en octavos las manzanas. Poner en un cazo con los orejones y el vino, el caldo, la rama de canela y la pimienta. Cocer unos 20 minutos a fuego medio (el líquido debe haberse reducido como a una cuarta parte, y las manzanas deben estar blanditas).
3. Sacar la rama de canela, la pimienta y ocho orejones para decorar, añadir la mantequilla y procesar el resto hasta conseguir un puré. Si se quiere conseguir un resultado más cremoso, añadir un chorrito de nata líquida. Reservar caliente.
4. Hacer el solomillo en la sartén o plancha con un poco de aceite de oliva y sal. Servir sobre un lecho de puré y adornado con los albaricoques reservados previamente salteados con un poco de aceite en una sartén bien caliente.
1. Precalentar el horno a 180 grados.
2. Tostar los piñones en una sartén sin aceite a fuego suave, con cuidado de que no se quemen.
3. Limpiar las setas y, si son grandes, cortarlas por la mitad. Picar el ajo muy fino.
4. Untar las setas con un chorrito de aceite y, en dos tandas, saltearlas en una sartén a fuego vivo hasta que pierdan todo el líquido y empiecen a dorarse. Incorporar el ajo y, si se quiere que pique un poco, la guindilla picada, y saltear un minuto más. Salar y añadir el vino, el vinagre, el perejil. Cuando el líquido haya reducido casi del todo, retirar del fuego e incorporar los piñones.
4. Cubrir una bandeja de horno de papel de ídem. Repartir las setas con piñones y taparlas con los filetes de dorada con la piel hacia arriba. Salar, añadir un chorrito de aceite y hornear poniendo la bandeja en la parte de arriba del horno.
Tiempo aproximado: 5 minutos.
6. Sacar las doradas y ponerlas sobre los platos o sobre una fuente, dándoles la vuelta con cuidado con una pala para que no se rompan. Salar ligeramente, poner un chorrito mínimo de aceite de oliva sobre ellas y terminar con las setas por encima.
1. Quitar el exceso de grasa de las carrilleras si lo tienen.
2. Rehogar la cebolla en una cazuela u olla a presión grande con un chorro de aceite a fuego suave hasta que se dore, unos 20 minutos.
3. Añadir las ciruelas. Salpimentar las carrilleras y enharinarlas. Subir el fuego y dorarlas en la cazuela.
4. Mojar con el vino hasta que estén cubiertas del todo. Añadir la canela, la miel y la nuez moscada. Llevar a hervor y bajar el fuego a suave. Cocer unas tres horas o hasta que la carne esté tierna. Si se hace en la olla a presión, dejarlo una hora a fuego muy suave.
5. Dejar reposar y servir con puré de patata o arroz blanco. Están mejor hechas de un día para otro.
1. Precalentar el horno a 200º.
2. Batir los huevos con la leche, la nata, la canela y el azúcar blanco hasta que este se disuelva.
3. Pelar y picar los plátanos y el chocolate.
4. Cortar los bollos en láminas gruesas y untarlas ligeramente con mantequilla. Ponerlos en una fuente de horno con el plátano y el chocolate picado y verter por encima la crema. Dejar unos 15 minutos para que se empape bien.
4. Espolvorear el azúcar moreno por encima. Preparar un baño maría, poniendo la fuente dentro de otra un poco más grande y llenando esta última de agua hasta la mitad. Meter en el horno y bajar la temperatura a 180º. Hornear unos 35-40 minutos hasta que se dore. Dejar que se temple y servir.
Para la base
Para el relleno
1. Mezclar la harina y el azúcar en un bol. Añadir la mantequilla y arenarla (desmigarla con las puntas de los dedos hasta que la mezcla quede como arena gruesa). Ligar la masa con la yema de huevo, y si la masa queda muy seca, añadir una chucharadita de leche o de agua. Formar una bola, filmar y meter en la nevera como mínimo una hora.
2. Poner la masa en el centro de un molde redondo de unos 24 cm de diámetro, e ir aplastándola con los dedos hasta que cubra el molde y los bordes (cuesta, pero se consigue con un poco de paciencia; es más fácil en cuanto la masa se templa un poco). Pinchar por toda la masa con un tenedor, y meter en la nevera.
Tiempo aproximado: 30 minutos.
3. Precalentar el horno a 180 grados, cubrir la masa con papel de aluminio y pesos de cocina (o garbanzos o alubias secas), y hornear.
Tiempo aproximado: 10 minutos.
4. Sacar, quitar el papel y hornear. Tiene que quedar ligeramente dorada.
Tiempo aproximado: 5 minutos.
5. Sacar y dejar que se enfríe. Desmoldar y poner sobre un plato.
6. Poner a calentar la nata con la leche, la sal y el azúcar. Cuando esté a punto de hervir, retirar del fuego y añadir el chocolate y la mantequilla. Remover suavemente hasta que se disuelvan del todo.
7. Verter sobre la masa brisa y dejar que se temple. Meter en la nevera durante dos o tres horas, y decorar con copos de sal.
· 200 gramos de arándanos
· 200 gramos de moras
· 100 gramos de harina
· 100 gramos de azúcar
· 2 huevos
· 2 yemas de huevo
· 400 mililitros de leche
· mantequilla
· sal
Precalentar el horno a 190 grados. Untar con mantequilla un molde de horno de unos 25 centímetros de diámetro. Mezclar la harina con el azúcar y una pizca de sal. Batir los huevos y las yemas e incorporarlos progresivamente a la harina mientras mezclamos. Añadir poco a poco la leche sin dejar de mezclar. Verter la cantidad suficiente de mezcla para cubrir el fondo del molde y meterlo en el horno 3 o 4 minutos, lo suficiente para que cuaje un poco. Sacar, repartir las moras y los arándanos y verter el resto de la masa. Hornear unos 30 minutos o hasta que esté dorado. Servir templado con nata montada o con yogur, si se quiere.