La espalda suele ser la gran olvidada a la hora de centrarnos en perder peso y tonificar. Todas tenemos muy en cuenta zonas como el abdomen, los glúteos o las piernas, pero la espalda suele pasar más desapercibida.
Sin embargo, una espalda sin tonificar o con exceso de grasa, no resulta muy atractiva y suele acomplejar a muchas mujeres, que ven cómo salen los "michelines" en la zona del sujetador. Además, todas queremos lucir unos hombros bonitos, ¿no?
Aquí te vamos a mostrar varios ejercicios que puedes hacer en casa para tonificar esta zona, pero ten en cuenta que deberás hacer también ejercicios aeróbicos (cardio) para ayudar a la pérdida de grasa.
EJERCICIOS
Boca abajo sobre una colchoneta, apoya las palmas de las manos y empuja, elevando el cuerpo. Es importante que mantengas la espalda bien recta.
Mantén la postura durante unos segundos y vuelve a bajar, lentamente.
En el siguiente nivel, puedes empezar a hacer planchas seguidas.
Comienza apoyando las rodillas en el suelo y, cuando ya tengas más fuerza, podrás hacerlo sólo con los pies apoyados.
Ponte de pie y estírate hacia abajo con dos mancuernas en las manos y las rodillas ligeramente flexionadas.
Lleva las mancuernas hacia arriba, a los lados del pecho, llevando los codos flexionados hacia atrás.
Mantén tu espalda recta durante todo el movimiento. Sólo los brazos deben moverse.
Puedes realizarlas con gomas o con mancuernas.
Se ha demostrado que las elevaciones laterales son un excelente ejercicio para reducir el dolor cervical. Durante el ejercicio es probable que notes una ligera sobrecarga en el cuello. Este dolor momentáneo no es perjudicial siempre y cuando sea leve y no perdure después del ejercicio.
También puedes realizarlas con gomas o con mancuernas.
Empieza con baja carga y elevando ligeramente los brazos, para no sobrecargar los hombros y el cuello.
Tonificarás hombro y trapecio.
Lleva la mancuerna en la mano derecha hacia el pie izquierdo, inclinándote hacia delante y haciendo una ligera torsión. Mantén las rodillas ligeramente flexionadas.
Después, haz lo mismo hacia el otro lado.
Haz el movimiento pausadamente, para evitar tirones.
A 4 patas, levanta un brazo y la pierna contraria, hasta quedar paralelas con el suelo.
Para ir aumentando de nivel, reduce los apoyos en el suelo, pasando a una media-plancha con las rodillas apoyadas y, más tarde, a una posición de plancha, apoyando sólo los pies.
Puedes ayudarte con un fitball, como en la foto: